Mujer de Dios Rosa Diaz

Quiero Ser Una Mujer De Dios Auténtica

En tiempos donde los filtros fotográficos y el photoshop son las opciones #1 de la gente para mostrarse ante otros; donde la sociedad y el mundo que nos rodea quiere que seamos un reflejo de lo que otros piensan que deberíamos ser. Tenemos que tener cuidado de no cometer el error de convertirnos en personas complacientes, y en su lugar debemos ser fieles a Dios y a nosotros mismos.

Qué es ser auténtica? Autentica es alguien o algo que es realmente lo que aparenta; qué es realmente lo que dice ser o parece. En esencia es algo o una persona real.

¡Una mujer de Dios auténtica es real! Ella no es falsa, no pretende ser quien no es para ser aceptada por otros. Ella es fiel a Dios y fiel a sí misma. Como Pastor me gusta decir esto; lo que yo pienso de ti no es importante; lo que realmente importa es lo que Dios piensa de ti. Muchas personas están preocupadas por complacer a otros, o complacerse a sí mismos, a sus deseos carnales y egoístas; ¡pero ninguno de los dos importa si Dios no está complacido con nosotros!

“Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.” Tito‬ ‭2:3-5‬

Un gran ejemplo de no conformarse a este mundo y ser auténtico es la vida de Esther; “Cuando le llegó a Ester, hija de Abihail tío de Mardoqueo, quien la había tomado por hija, el tiempo de venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Ester el favor de todos los que la veían. Fue, pues, Ester llevada al rey Asuero a su casa real en el mes décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado. Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de él más que todas las demás vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti.” Ester‬ ‭2:15-17‬
Esther no pretendió ser algo que no era, sino que honró a Dios en su caminar, en sus elecciones y con su testimonio.

Hay una cita de Jim Rohn que me ministra cada vez que la escucho y es “Eres el promedio de las cinco personas con las que pasas más tiempo”. Si las personas con las que pasas más tiempo son carnales, no te motivan y te alejan de los planes y propósitos de Dios; quizás necesites encontrar a otras personas con las cuáles rodearte.

Aqui tenemos cuatro preguntas que debemos hacernos para saber si somos realmente una auténtica mujer de Dios:

  1. ¿Estoy siendo fiel a Dios? ¿Mis acciones se alinean con la Palabra de Dios? A veces Dios hará cosas en nuestra vida que nos harán sentir incómodos y que no nos agradarán; pero es su voluntad, por lo tanto, deberíamos hacerlo si nos gusta o no.
  2. ¿Estoy haciendo esto para complacer a alguien? ¿Cuál es el verdadero motivo detrás de mis acciones? Dios o la gente agradable?
  3. ¿Se alinea esto con mis valores y mis creencias?
  4. ¿Esto traerá alegría a mi vida o dará fruto a la larga?

Dios siempre nos guiará a su perfecta voluntad; ¡pero él nunca se deleitará con nuestras acciones si no fluyen, si no nacen de un corazón puro de motivos puros! Por lo tanto, debemos ser fieles a Dios y fieles a nosotros mismos.

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